Ante la situación de crisis sanitaria por COVID-19 en España llevamos más de 40 días de confinamiento en nuestras casas. Sin embargo, la docencia en nuestro grado sigue y los conocimientos que debemos adquirir en las diferentes facultades de medicina han de completarse para continuar con el proceso formativo.
Sin embargo, la llegada del confinamiento total ha puesto en el foco de atención las implicaciones universitarias en el ámbito de la docencia online haciendo uso de herramientas telemáticas, en ocasiones deficientes, y la responsabilidad bilateral que ha de conseguirse entre el estudiantado y la institución universitaria.
Se trata de una situación que ha trastocado todos los ejes de la sociedad y ha tenido, sin duda, un impacto en el estudiantado. Es por ello que creemos que la docencia en esta circunstancia excepcional ha de poner en valor todas las consecuencias y pérdidas personales, económicas y de cualquier otra índole que la pandemia y el confinamiento han supuesto
Tenemos la responsabilidad y el deber de presentar los problemas, preocupaciones e inquietudes del estudiantado de Medicina en las distintas facultades de España, con el fin de procurar su bienestar, y promover el cambio en las decisiones tomadas para evitar situaciones de desigualdad, injusticia y/o discriminación.
Ante la situación de alarma sanitaria en la que nos encontramos, la comunidad educativa de nuestro país en su conjunto se ha visto en la necesidad de afrontar un nuevo reto: adaptar la docencia a la modalidad virtual o telemática.
Esta situación, extraordinaria y difícil para todas las partes, ha generado una serie de problemas e inconvenientes en distintos ámbitos.
Desde SCOME (Standing Committee on Medical Education) perteneciente a IFMSA-Spain y el Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM), queremos trasladar una reflexión sobre el impacto que estas medidas extraordinarias han tenido en el estudiantado del grado en Medicina e instar a las autoridades e instituciones universitarias a la colaboración y escucha activa de las necesidades y reivindicaciones del estudiantado.
Adaptación a la docencia virtual
La situación en la que nos encontramos nos ha hecho ser conscientes de que la enseñanza virtual supone un reto para toda la comunidad educativa, independientemente de si se imparte o se recibe.
Somos también conscientes de las particularidades de nuestro grado en relación al profesorado, puesto que muchos se vieron obligados a dejar las aulas y combatir la pandemia en primera línea. En relación a esto, el estudiantado al que representamos siempre se ha mostrado orgulloso de sus docentes y comprensivo con la situación.
Aún así consideramos importante remarcar que la aplicación de la docencia virtual no ha sido homogénea en todas las facultades.
Es por ello que tenemos que impulsar planes de remodelado digital de forma transversal dotando de conocimientos tecnológicos al profesorado para potenciar una docencia accesible y completa ante esta situación. Aprovechando para integrar estos recursos telemáticos una vez haya finalizado la crisis sanitaria con tal de mejorar la docencia en nuestro grado.
Sobre las medidas tomadas en relación a la evaluación
En relación a la evaluación, creemos que es fundamental considerar la evaluación como la parte final del proceso formativo y, de la docencia y de nuestra educación como futuros profesionales sanitarios.
En esta línea, consideramos que los esfuerzos por tratar de adaptar una evaluación al formato telemático deben centrarse no solo en encontrar métodos que minimicen el fraude; sino en garantizar principios tan básicos como la equidad, la justicia o el propio aprendizaje.
Por otro lado, ante la incertidumbre que ha asolado al estudiantado durante este período de confinamiento, consideramos que, ahora más que nunca, y tal como expresaba el ministro de Universidades el pasado jueves, los cambios y adaptaciones en las evaluaciones han de ser consensuados entre cuerpo docente y estudiantado, puesto que los objetivos de ambas partes, son complementarios. Creemos que en una situación como la actual es fundamental escuchar al estudiantado y tomar una actitud flexible y empática, la misma que nosotros mostramos cuando los docentes tratan de adaptarse a la docencia virtual
Finalmente, consideramos que las instituciones correspondientes en cada Universidad deben facilitar los medios necesarios para que el acceso a la docencia virtual y a la evaluación sea garantizado a todo el colectivo universitario. No podemos dejar que la situación que vivimos deje atrás a personas carentes de recursos tecnológicos que han pasado de ser opcionales a imprescindibles para completar el curso.
Conclusión y propuestas
La realidad que vivimos es cambiante. Es por eso que la transparencia y la comunicación han de ser signos de la lucha contra la COVID-19 en el sector universitario. Las medidas excepcionales que se están implantando desde el Gobierno de España, las Comunidades Autónomas y las propias Universidades son de gran trascendencia y deben tener en consideración al colectivo universitario.
El estudiantado seguirá dispuesto a seguir ofreciendo su colaboración a los Consejos de Departamento de cada centro, los Decanatos, los Máximos Órganos de Representación Estudiantiles (MOREs) e incluso a los Rectorados. Es fundamental poner en valor la importancia de una buena formación en tiempo de pandemia, por lo que seguiremos reivindicando y luchando por una docencia de calidad y una evaluación justa y formativa.
Por último, aprovechamos la presente carta para mostrar nuestro apoyo a las diferentes delegaciones de estudiantes y asociaciones de otros grados universitarios. Ahora más que nunca la comunidad universitaria ha de remar unida en la misma dirección y ser un ejemplo de consenso y colaboración.
Decálogo de buena docencia
Documento al completo
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